Desde los orígenes a finales del siglo XVIII
Nuestro pueblo de orígenes remotos y buena prueba de ello es el yacimiento arqueológico ubicado en las cercanías de Nívar y en el que se han encontrado restos romanos. No sería, sin embargo, hasta los tiempos medievales cuando comencemos a encontrar noticias fiables de nuestro municipio. cuenta Abd-allah en sus memorias que en tiempos de Alfonso VI de Castilla (1072-1109) tuvo lugar en Nívar una cruenta batalla entre cristianos y musulmanes, por aquellas fechas ya existia una alqueria y una fortaleza con ese nombre, ubicada esta última en el cerro denominado castillo de nívar o castillejo, de la que en la actualidad no quedan ni ruinas debido, seguramente al importante terremoto que asoló la zona en 1755.
Nívar en el siglo XII, como antepuerta de Granada, sería escenario de importantes acontecimientos de carácter militar, en septiembre de 1125 las huestes cristianas del rey aragonés Alfonso I el batallador emprendienron camino hacia Andalucía con la intención de tomas Granada y ayudar a los mozárabes que por entonces se encontraban en una situación de extrema gravedad. En enero del año siguiente el ejército de Alfonso I primero se encontraba ya en la alquería de nïvar sin embargo, las malas condiciones meteorológicas, la dureza de los combates previos y la escasez de alimentos hicieron que el monarca aragonés decidiera regresar al norte sin haber tomado ninguna plaza de importancia a los musulmanes."
A finales de la edad media, cuando los Reyes Católicos se disponían a tomar Granada, nuestro pueblo vuelve a aparecer en los documentos históricos, a comienzos de 1485 y como preludio del inminente fin de la dinastía nazarita en la península, una expedición cristiana capitaneada por el Conde de Cabra, Don Martín Alonso de Sotomayor, Don Diego de Castilla y otros destacados nobles castellanos intentó atacar la ciudad de Granada arrasando Nívar y Guájar.
Una fuente de excepcional interés para conocer como era Nívar en los tiempos inmediatamente posteriores a la toma de Granada por los Reyes Católicos nos la proporciona Henríquez de Jorquera en sus conocidos anales de Granada, en ellos dice este autor que en nuestro pueblo habitaban unos 60 vecinos, unos 240 habitantes, de los que la mayor parte se dedicaban al cultivo de la seda y en cortar leña que llevaban a Granada para vender, aseguraba, también que la fundación de Nívar era antigua, de época de moros y estaba gobernada tras la reconquista por un alcalde ordinario y varios regidores, cuya aprobación estaba supervisada por el cabildo de Granada y su corregidor.
Gracias al libro de apeos de Nivar, conservado en una copia del año 1853, sabemos que en vísperas de la rebelión morisca de 1568, en nuestro pueblo había un total de 40 vecinos moriscos, 160 personas, el número de cristianos viejos era de tan solo 2 y las casas habitadas sumaban 48, tras la expulsión de los moriscos las casas habitadas se quedaron en 25 y los vecinos eran 25, unas 100 personas, había también, un horno de habices, pertenecientes a la iglesia de Nívar, otro molino de pan, 180 viñas, 53 olivos y 50 árboles frutales.
A lo largo de todo el siglo XVIII la mejora de la situación higiénico-sanitaria de España, consecuencia de las reformas de los diferentes gobiernos ilustrados de los Borbones, unida a un importante crecimiento económico del país y a una coyuntura en generas favorable, ocasionaron un importante aumento demográfico que se hace extensible a toda Europa occidental. El censo realizado en el año 1787 por florioblanca nos da cumplida cuenta de la composición socioeconómica de nuestro pueblo a finales del antiguo régimen, alli aparece Nívar como lugar de realengo, perteneciente a la intendencia de Granada y al partido judicial de la misma ciudad.
Las personas que vivían en Nívar en aquel año sumaban 426 repartidas entre 229 hombres y 197 mujeres, los solteors eran 143 varones y 93 mujeres, las parejas casadas eran 74 y los viudos eran 42, con 12 hombres y 30 mujeres.
Las actividades económicas giraban en torno a la producción agraria, se contabilizaban 24 labradores, 46 jornaleros, también había 7 artesanos, 1 cura, 1 acolito, otro sacristán, 1 escribano y 1 estudiante.
Los siglos XIX y XX
«Hasta mediados del siglo XIX la población de nuestro pueblo apenas creció. sabemos que a mediados de aquella centuria los habitantes de Nívar eran 472, es decir, 46 más que en 1787, Pascual Madoz nos dejó una sucinta descripción del pueblo en su famoso diccionario geográfico, aseguraba el erudito que Nívar tenía 110 casas a las que calificaba de "miserables", 3 calles, una de ellas mas ancha que hacía las veces de plaza, un ayuntamiento y una cárcel, había también una escuela de niños y otra de niñas dotadas con 750 reales la primera y tan solo 150 la segunda, la iglesia del pueblo, consagrada al santo cristo de la Salud, una fábrica neoclásica de innegable belleza, estaba servida por un cura de primer ascenso. La correspondencia se recibía dos veces por semana.
Aunque de manera muy lenta, la población de Nívar siguió creciendo a lo largo del siglo XX, a mediados del siglo pasado el número de almas residentes en nuestro pueblo era ya de 535.»[2]
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